Por: Mauricio León - Periódico Portafolio - Mayo 21/19
El expresidente del Barcelona de los sueños cree que en las empresas, como en el fútbol, todo se trata de balances.
Joan Laporta, expresidente del Fútbol Club Barcelona y conferencista de liderazgo. |
Tener un equipo de fútbol exitoso, es dirigir un empresa en la que la pasión y la razón se mezclan todo el tiempo.
En los negocios se debe ser casi tan diestro como en los deportes, no basta con tener el talento, se debe ser constante en la práctica, a veces se debe tener más que entusiasmo y no perder de vista la meta, la misión de la compañía y sus valores. Así, y con el talento adecuado, se puede llevar a que los sueños se haga realidad. Si hay un hombre que entiende esto es Joan Laporta, el expresidente de un club de fútbol histórico que no había demostrado todo su potencial, y que en 2003, con su llegada a la dirección, encuentra la esperanza directiva, y en la deportiva se gesta la ilusión.
Ese conjunto llegó a ser el mejor de la historia y durante las siete temporadas que duró a la cabeza, el FC Barcelona ganó un Mundial de Clubes, dos Copas de Europa, una Supercopa de Europa, cuatro Ligas, una Copa del Rey, tres Supercopas de España y tres Copas Cataluña; y en el ámbito económico y social, su presupuesto pasó de 170 a 405 millones de euros, y los socios de 106.135 a los 173.701. Ese es el legado que Laporta lleva a los lugares en los que es conferencista de liderazgo y que trajo al país para que los colombianos vean a las empresas más allá de la ganancias, y para que los cambios sociales sean parte integral de la gestión.
¿Cómo debe darse el cambio social en las empresas?
A medida que los empresarios ven que sus aportes tienen una consecuencia real en la sociedad, en el aporte a las personas y que también se vuelven más rentables, sus empresas ven las ventajas.
¿Qué tan difícil es manejar una empresa como se hace con un equipo?
No hay ninguna escuela de negocios que enseñe a gestionar un club de fútbol, o no la había cuando me tocó a mi. Pero como en todo, se debe buscar el equilibrio entre las emociones que se generan en los eventos deportivos, las pasiones que se mueven con la gestión empresarial y hacerlo con precisión no es sencillo, pero es a lo que aspira todo dirigente.
Que la inversión lógica que se tiene en los futbolistas o en el talento se vea retribuida en la fidelización de los socios y eso es lo que te entrega los recursos para re invertir en el deporte.
Acá también, en las empresas, aparece eso, el circulo virtuoso que son los aportes de los empresarios que revierten en la sociedad y que se transforman en las prestaciones y las ganancias; se debe saber navegar entre eso para gestionarlo de forma profesional.
¿Es difícil hallar ese balance?
Sí, se puede hacer teniendo cuidado de no caer en los vicios. En los momentos de presión los directivos deben mantenerse alineados a las metas y ser fieles al plan de negocios y ser muy estratégicos más allá del papel.
Hay otro punto clave y es la tradición, en nuestro caso el estilo genuino de jugar al fútbol como Johan Cruyff; teníamos muy claro el modelo y los pilares del mismo, eso marca los límites y hasta dónde se puede llegar. Apostamos por la cantera y llegamos a tener una plantilla de 11 jugadores de nuestra base. Tres (de ellos): Xavi, Iniesta y Messi nominados al Balón de Oro, además el compromiso social a través de la fundación y después la vocación con Barcelona, con Cataluña y luego el vinculo global con nuestros jugadores de todo el mundo, con las escuelas en todas partes. Ese es el límite, del que no te debes salir.
Pienso que es en esos momentos, en los que no van tan bien las cosas, en los que un directivo te muestra su valía, es fácil cambiar el rumbo y puedes estrellarte, pero el mantenerte fiel a tu modelo es la clave para conseguir ese balance.
¿Así se puede conseguir y replicar al Barcelona ganador?
Sí, nosotros conseguimos al Barcelona más ganador de la historia. Quizás también influyo la edad, éramos jóvenes, a pesar de que todo tiene su proceso, nos ayudó mucho. No era el éxito por el éxito, era el tenerlo con otras variables. La decisión no deportiva más importante fue poner a la Unicef en la camiseta. Renunciamos a una marca comercial que nos daba 22 millones de euros por temporada y decidimos ser fieles al ‘más que un club’ y demostrar por qué lo somos y que esa declaración de principios la poníamos en práctica, fue el hecho de ser pioneros, dar un mensaje, nos puso como una referencia, además de nuestros logros deportivos.
Nosotros miramos nuestra cantera, el talento formado en casa en lugar de salir a comprar y eso es una fabrica de sueños, se puede hacer en una empresa, se encuentra más entrega y pasión, pero se debe tener paciencia y nuestros resultados llegaron hasta el 2015, ningún club ha tenido tal visión, incluso pudo ser más.
Luego de perder el rumbo es difícil retomar, se debe saber lo que se es, creer en eso y tener la idea clara y construir, así también deben ser las empresas.
¿En Colombia cómo sería?
Yo hablo desde mi experiencia para que esta sirva y se pueda replicar, cada uno es distinto, todo esto se sabe y se aplica en Colombia y en el mundo, yo solo muestro el camino.
Nadie tiene una varita mágica o una bola de cristal, se puede seguir o no y eso depende de lo que se busca.
LA INICIATIVA XPOSIBLE
La idea de Colsubsidio es tener una plataforma que busca reconocer las empresas que día a día trabajan por la transformación social del país, esta se llama Xposible y premió a 12 compañías que se destacan en el mercado por hacer posibles cosas buenas por la sociedad, con una mentalidad de Valor Compartido, el Capitalismo Consciente y las BCorps.
“Esta plataforma sirve para ir más allá de la crítica, mostrarle a las empresas que es posible tener buenas iniciativas en Colombia, cosas positivas para replicar sobre tendencias que promueven el desarrollo económico, social y ambiental”, explicó Alejandro Fajardo, subdirector comercial de Colsubsidio -quienes invitaron a Laporta al país-.
No hay comentarios:
Publicar un comentario