Economía del futuro: en manos de la ‘llave’ humanos- máquinas

El comercio autónomo y la producción anticipada serán dos fenómenos que marcarán la economía global en el 2030, dice estudio.
Dice el estudio que la inclusión será uno de los aportes
de las nuevas herramientas digitales a las economías.

PORTAFOLIO 
JUNIO 14 DE 2019
El mundo se sorprende y sostiene diálogos permanentes sobre las innovaciones digitales. Un grupo de expertos se dedicó a analizar el impacto que traerá cada una de ellas al devenir de las personas y a las economías del mundo. De allí, salió el estudio “El futuro de la economía”, del Instituto del Futuro, en alianza con Dell Technologies, y que entrevistó a más de 4.600 líderes de 40 países.

Marcela Perilla, vicepresidenta de ventas para Latinoamérica de Dell, explica que la investigación “trata de entender cómo la transformación digital que empieza a sentirse va a transformar nuestra forma de operar”.

El 78% de los encuestados cree que va a haber un impacto adicional en la forma en que se hacen negocios, en tanto que el 51% considera que todavía no hemos llegado a la dinámica que se necesita de entender las demandas del cliente. 

“Y, por supuesto, está el temor de abordar estas nuevas tecnologías, ya que no todos se sienten preparados y eso es parte de lo que estamos viendo como una oportunidad para que los negocios y las economías tomen ventaja y den un salto cuántico de transformación”, indica Perilla.

El horizonte del estudio es al 2030, momento en el que lo expertos estiman que las tecnologías emergentes y las asociaciones de las máquinas y los hombres van a generar las transformaciones, eliminando fricciones del pasado y desarrollando nuevas formas de hacer negocios, de trabajar y de generar valor. 

En ese camino, 82% de los líderes esperan ver equipos integrados de personas y máquinas dentro de sus organizaciones en cinco años. Y 74% menciona la privacidad como una preocupación social urgente. 

Este es uno de los puntos, unido al manejo de la seguridad con tecnologías innovadoras como Internet de las Cosas, que podría llevar a ataques más agresivos, apunta Marcela Perilla.

Una parte del estudio refleja el impacto práctico del quehacer de las economías de las llamadas tecnologías emergentes. 

Estima que en 2030, la tecnología 5G será común y surgirán estándares 6G. 

Su adopción generalizada proporcionará una red eficaz de bajo consumo de energía y baja latencia para autenticar a los usuarios, ejecutar comprobaciones de crédito y detectar el fraude continuamente en segundo plano. Esta será una nueva ola de conectividad inalámbrica hiperrápida, lo que eliminará retrasos de velocidad de la red. Esto mejorará los tiempos de procesamiento de los algoritmos con gran cantidad de cálculos. 

Por su parte, con la inteligencia artificial se puede apoyar la economía mediante la validación rápida de las transacciones, la autenticación continua y la potenciación de algoritmos autónomos para tomar decisiones en nombre del cliente. Mientras tanto, los sistemas inteligentes monitorearán todo el ciclo de vida de una cadena de suministro a fin de determinar la velocidad óptima para la creación de productos, lo que provocará menor desperdicio y mejor cumplimiento de la demanda. Los modelos de predicción determinarán rápidamente el posible registro de fraude y crearán recomendaciones personalizadas para los clientes.

Los sensores y el Internet de las Cosas podrán su cuota. Estos dispositivos permiten capturar detalles y revelar datos que generalmente no consideraríamos o que no se pueden tener en cuenta, y permiten que los dispositivos actúen en nombre de sus dueños.

“A través de estos datos, podemos prever mejor las necesidades y los deseos de los clientes, crear una autenticación más sólida y revisar los procesos para mejorar la eficiencia. A medida que se lleva a cabo esta tarea, obtendremos capacidades sin precedentes para coordinar las redes de máquinas y personas para llevar a cabo el trabajo”, dice el análisis.

A su turno, las cadenas de bloques proporcionan un mecanismo de almacenamiento de datos transparente, lo que permite que todas las partes tengan acceso objetivamente a los datos de transacciones. Habilitan las aplicaciones como contratos inteligentes, donde las transacciones se activan de manera algorítmica cuando se cumplen los criterios objetivos. “Para el año 2030, los casos de uso de cadena de bloques serán abundantes”, vaticina. 

Las criptomonedas son otra herramienta. “En el futuro, los ciudadanos pueden potenciarse mediante el paso a monedas privadas y más estables. El 47 % de los líderes de negocios encuestados por Dell Technologies espera realizar más transacciones a través de la cadena de bloques en los próximos cinco años, mientras que el 37 % prevé el uso de criptomonedas como una forma de intercambio. 

COMERCIO AUTÓNOMO
Este es uno de los primeros fenómenos que resultarán de esa alianza estrecha entre personas y máquinas.

“En el futuro cercano, su casa podría detectar un problema con la calefacción, encontrar y contratar un equipo de reparación y pagar por la reparación, todo mientras está en el trabajo y no conoce el problema. Las máquinas no solo realizan transacciones con los humanos, sino con otras máquinas, impulsadas, en gran parte, por avances continuos en la cadena de bloques y las criptomonedas”, dice el estudio. 

Otra ventaja tiene que ver con lo que el estudio llama las “actualizaciones sin contratiempos”. Las máquinas no solo descubren y compran productos: los productos son definidos por software, actualizables y, en ese sentido, permanentemente incompletos. Buscarán cada vez más software para mejorar su funcionamiento, dadas las necesidades subyacentes de un usuario”, dice.

En este escenario las tiendas físicas no tienen ‘sentencia de muerte’ como se podría pensar, ya que se concluye que la estrategia de aumentar las experiencias tiene camino por recorrer.

“Mientras que las máquinas asegurarán cada vez más que tengamos productos básicos disponibles en la casa, los minoristas encontrarán el éxito en apelar a nuestras necesidades más emocionales”, predice.

GIRO PARA PRODUCIR
Hacia el 2030 dominará la producción anticipada. “El modelo de producción masiva tradicional se reemplazará por métodos de fabricación automatizada en la cual se personalizan los objetos”. Los avances en los sistemas de impresión 3D y robótica de bajo costo, combinados con los flujos de datos de los dispositivos de Internet de las cosas y de sensores, disminuirán radicalmente el tiempo necesario para comprender los usos y las desventajas de un producto. 

Los fabricantes podrán identificar y mejorar las deficiencias en tiempo real, ya sea por actualizaciones de software inalámbricas o mejoras de fabricación de ciclo rápido. En muchos casos, las barreras a la entrada en la producción se están reduciendo a medida que las personas y las pequeñas empresas obtienen acceso a sofisticadas capacidades de fabricación asistida por computadora como un servicio en la nube. Así, a medida que los costos de desarrollo de nuevas tecnologías disminuyen, desde teléfonos móviles hasta la fabricación ligera, las oportunidades surgen para superar la infraestructura tradicional de gran escala y crear enfoques más inclusivos. 

Las innovaciones incluirán nuevas formas de acceder al capital y los servicios financieros, además de esfuerzos que se basan en la conectividad para mejorar el acceso a los recursos clave, como los servicios de salud, la energía y el agua. 

Estos avances reducirán las barreras considerables que impiden que las personas de todo el mundo participen en la economía formal. Mientras transcurre la llegada al 2030, las economías se irán acomodando y superando dilemas aún por resolver y que el estudio tiene detectados: las amenazas a la seguridad, la privacidad de los datos, la transparencia y la confianza, el Gobierno corporativo, la creación de trabajo y la capacitación continua y el cambio climático, entre otros.

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